¿Por qué tienes la responsabilidad de ser luz para alguien?

17:44

Eres luz. Alumbras con lo que eres, a los que tienes cerca. Esfuérzate por no apagarte. De una vez te digo que no es sencillo mantener la llama encendida.

No conocemos las historias que nos rodean. Porque no son personas. Somos historias. Somos páginas escritas y páginas en blanco. Somos parte de algo más grande.

Tenemos dentro nuestro propio universo.
Y es simplemente mágico cuando alguien te deja entrar en el suyo. Pero a veces no lo haces. A veces por más que intentes, nunca llegarás a conocer esas historias. Pero las conozcas o no, influyes. Y quieras o no, tomas parte. En algún lugar está tu nombre pero depende de ti el cómo se encuentre.

Hoy vas a ser luz. O vas a ser consciente de que lo has sido toda tu vida.


Que tu más grande propósito es serlo.
 Porque siempre habrá alguien a quien alumbrarle el camino. Que no interesa si hoy estás solo porque no vas a estarlo para siempre. Que tienes la responsabilidad de mantener la llama porque nunca sabes cuándo alguien la necesitará.

Ya empezamos con algo. Aprendiste a escuchar. Pero, ¿qué sucede cuando las palabras no quieren salir? ¿Cuándo no puedes saber la historia?

Bueno... Haces parte.


Sé luz.

Aporta valor.


Siempre nos encontraremos con personas que han sido abandonadas por otras. O por ellas mismas. Personas que tienen que pelear cada día contra sus propios demonios y ganar una batalla a la vez.

La mayoría de nosotros construimos prisiones para nosotros mismos y después de vivir ahí por algún tiempo, nos acostumbramos a sus paredes y aceptamos la premisa falsa de que estamos encarcelados para siempre. Tan pronto como esta creencia se posesiona de nosotros, abandonamos la esperanza de hacer algo más con nuestras vidas o de alguna vez darle la oportunidad de lograr nuestras ilusiones.

No puedes conocerlos. Pero puedes influir. Ayudar indirectamente. Las pequeñas cosas son las que más valor aportan.

Mira a tu alrededor. Mira los rostros de las historias que están a tu lado. Piensa en el universo. Y el infinito. Y cree que ambas cosas están en ellos.
Nunca llegamos a conocer realmente a una persona. Siempre hay algo que se esconde. Que permanece en oscuridad. Un terrible miedo. Un recuerdo. Una experiencia.

Es entonces cuando tu luz debe brillar con más fuerza. Pero a veces, no es tan evidente. Nadie llega a ti por inercia.

Tienes que enfocarte en ti. No hay un momento para ser mejor que en otro.

Tienes a las personas que siempre han estado en tu vida y a esas que empiezan a llegar para mantenerte con luz.
Está bien dejar de alumbrar. Pero no lo hagas por mucho tiempo. Cada segundo que pasa alguien pudo necesitar una lumbrera en el camino. Y no estuviste. No permitas que sean muchas.

Pero ante todo, debes ser luz por ti. 


Porque mereces tener la vida con más resplandor que nadie nunca tuvo. 


Porque lo vales. Porque el tener que esforzarte para serlo te hace ser alguien mejor. Y porque eso es lo único que importa.

Aunque no eres luz para ti.


Para ti existen otras lámparas. Existen a tu lado. Te encuentras a lo largo del día con muchas historias y te cruzas con ellas y en el momento en que dejaste de serlo, en que te apagaste, alguien puso claridad para que pudieras ver.

Eso es la vida.


Es dejarte influenciar por quienes tienen algo para ti. Es dejar de creer que no necesitas ayuda. Porque la verdad es que eres quien más la necesitas. Es dejarte ver. Dejar de esconderte. Porque entonces lo que consigues es apagarte.

Comprométete contigo mismo y con las personas que tienes a tu lado.
Son un regalo. Puedes ayudarlas. Así que hazlo.

Sonríe cuando alguien ha dejado de hacerlo. Y alumbra un camino.

Escucha cuando nadie más lo hace. Despeja un camino.

Apoya cuando las personas dejaron de confiar. Construye un camino.

Espera cuando el afán se llevó por delante a muchos. Y sigue tu camino.


No abandones.


Ni pienses en darte por vencido.

Eres suficiente contigo mismo pero cuando llega el momento en que no, levanta la vista. Porque hay alguien.


Dios te regaló un don. Descúbrelo y úsalo. Que impacte. Que hagas con tu vida algo que importe. Deja de lado por un momento el trabajo, el estrés diario, la rutina,… déjalo todo por un minuto y dedícate a estar dispuesto. A ser luz. A trabajar por ello.

Hoy no puedes saber si fuiste útil. Nadie te lo dijo literalmente. Pero cumpliste tu parte. Y al final de todo, aún si nunca te enteras, puedes estar seguro que lo fuiste. Y que a alguien le llegó.

Al final de todo, te darás cuenta. Verás que valió la pena. Y verás a esos para los que fuiste luz. Para los que una palabra, un gesto lo fue todo en su momento. No hay mayor satisfacción que darse cuenta que lo que hiciste ayudó a alguien.

Esfuérzate en lograrlo.

Trabaja en ti mismo y proyecta hacia los demás. Tu vida es todo lo que tienes. Haz algo con ella por alguien.

No voy a mentir. Puedes verte afectado. Puedes sin buscarlo, conocer ese universo. Verte involucrado en todas esas historias antes desconocidas para ti. Puedes encontrarte en alguien más. Puedes de repente, reconocer los pequeños o grandes infinitos de las personas y descubrir, con asombro, que formas parte de uno. Que estás en las páginas escritas o lo estarás en las páginas en blanco.

Puedes llenarte de riquezas porque fuiste lo suficientemente valioso para alguien, al punto de dejarte entrar en su mundo. Te das cuenta cuán pequeño e insignificante eres cuando el mundo de mundos de los demás se abre ante ti. Y te toca. Porque te importa. Porque estás involucrado. Y porque hiciste algo increíble.

Ahora haces parte de algo más grande que tú mismo.

No hagas de lo que eres algo pasajero. Haz que trascienda. Haz que quede y permanezca por encima de los límites del tiempo.


Es hora de que me cuentes!

Entiende que haces parte de algo más grande que tú mismo, entonces...

¿Por qué crees que tienes la responsabilidad de ser luz para alguien?



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2 comentarios

  1. Algo egocéntrico pero real, y ahí es donde vivimos... En el mundo real... En donde todo lo que hacemos en el fondo es por nosotros.
    Incluso cuando damos todo por otra persona en el fondo lo estamos haciendo para satisfacer algún sentimiento propio...

    Aunque por lo general no somos capaces de confesarlo...

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    Respuestas
    1. Todo lo que importa al final somos nosotros mismos y en muchas ocasiones, no hay más razones que valgan pero a veces encuentras que enfocándote en ti haces algo por alguien.. Que encuentras motivos para quedarte en el universo al cual te permitieron entrar. Que dejas huella.

      Entonces sí. En el fondo todo gira a nuestro alrededor pero importa cuando trabajas en el impacto que tu vida tiene en la de los demás.

      Eliminar

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